martes, 9 de febrero de 2016

4. De los felices años veinte al crack del 29

Estados Unidos parecía pletórica tras la Primera Guerra Mundial...



... pero... 


¡Un momento! ¿A qué nos referimos exactamente al hablar de "acciones" y de "la bolsa"?


Y, ¿quién puede lucrarse con este sistema de compra-venta de acciones? El cine nos da pistas:




Este sistema sigue en pie, y puede suponer grandes triunfos y fracasos, como en 1929:

“Edward Stone, importante especulador bursátil, llegó a casa a las seis de la tarde del Jueves Negro. Con los ojos enloquecidos gritó a su hija Edith:
- No podemos conservar nada. No tengo ni un centavo. La Bolsa se ha hundido. Nos hemos quedado sin nada. ¡Nada¡ ¡Voy a matarme¡ Es la única solución. Tendréis el seguro...
Y echó a correr en dirección a la terraza (...). Un paso le separaba de la barandilla cuando Edith logró agarrarle un pie y retorcérselo hasta derribarlo (...). Entonces intervino la esposa, que le abofeteó repetidas veces y, al fin, Edward Stone empezó a reaccionar (...). Todo había pasado en menos de cinco minutos. Comenzaron a llegar los criados, a quienes hubo que decir que se había caído.
Al final, ya más calmado y en su habitación junto a su mujer e hija, logró contar lo ocurrido. Estaban en la más completa miseria. Ese día había perdido más de cinco millones de dólares"

El día en que se hundió la Bolsa, Gordon Thomas (1984)


Menos mal que hemos aprendido de la historia y, hoy en día, algo así es impensable, ¿no?




Si alguno quiere profundizar sobre este tema, aquí tenéis un documental muy completo del que hemos visto solo un pequeño fragmento:

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